Este blog se convierte en una herramienta para aprendizaje y fomento de la lectura.

jueves, 21 de octubre de 2021

Comentario y fotos de la visita guiada a la iglesia de San Pablo (21/10/2021)

 



 El día 21/10/2021, hemos realizado una visita guiada a la Iglesia Parroquial de San Pablo, esta es la segunda actividad que se ha programado después del parón ocasionado por el COVIR-19.

Casi todos los habitantes de Zaragoza hemos entrado alguna vez en San Pablo, pero en esta visita guiada, gracias al buen hacer del guía que nos la enseñó, ahora tenemos un mayor aprecio al valor artístico e histórico de este templo.


El origen de la iglesia de San Pablo se remonta a la época de Alfonso I el Batallador, rey de Aragón. Este rey reconquistó Zaragoza a los árabes el 18 de diciembre del año 1118, siendo decisiva en la campaña la participación de numerosos señores feudales franceses, así como de cruzados.

Muy probablemente fueron tales guerreros quienes introdujeron y difundieron en Zaragoza la profunda devoción que profesaban a San Blas, lo que condujo a que casi de forma inmediata a la toma de la plaza se erigiera una ermita dedicada al Santo en las afueras de la ciudad. 

En el año 1259 Don Arnaldo de Peralta, obispo de Zaragoza, constituye la ermita en Parroquia bajo la titularidad de San Pablo, la incorpora al arcedianato de la Seo (la catedral) y señala su demarcación –límites territoriales–.

Pocos años después... La ermita era ya demasiado pequeña para la celebración de cultos, por lo que los propios parroquianos decidieron demolerla y erigir un templo de dimensiones acordes con su populosa feligresía.




Construido entre los siglos XIII y XIV y ampliado desde el XV al XVIII, en este templo concurren los estilos artísticos propios de tales periodos (desde el gótico al barroco), contando también con obras del siglo XIX.

Pero ante todo es uno de los monumentos más representativos de la Arquitectura Mudéjar de Aragón, y por ello en 2001 la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad –Patrimonio Mundial– el conjunto que forman la torre e iglesia de San Pablo. 


Y también... unas anécdotas que comentar

Zaragoza es una de las pocas ciudades del mundo que tiene dos catedrales, por ello algunos estudiosos del arte religioso denominan a la iglesia de San Pablo como "la tercera catedral de Zaragoza", a pesar de ser y haber sido siempre una parroquia, eso sí, la más rica e importante de la ciudad.



El retablo del altar mayor está realizado por Damián Forment, el mismo escultor que realizó el de El Pilar, es el único retablo de su época en Zaragoza que conserva las puertas que lo pueden ocultar, estas puertas están decoradas por ambos lados con pinturas, cuando las puertas se cierran las pinturas que se ven son de tonos sombríos, grises y sepias, para provocar una sensación de recogimiento, tristeza o luto. Cada puerta pesa unos 500 kilos.

La iglesia está dedicada a San Pablo "el apóstol de los gentiles", pero los habitantes del barrio siempre le han tenido más aprecio a San Blas, considerando a este santo el protector de las enfermedades del pecho y la garganta.

La patrona de esta iglesia es Nuestra Señora del Pópulo, devoción de origen italiano, su icono vino de Nápoles que en aquel momento y durante varios siglos formaba parte de la Corona de Aragón.



La gran pila bautismal está tallada en una sola pieza de una piedra denominada "jaspe de Ricla", que no es propiamente jaspe sino una roca caliza cuyas canteras ya se agotaron hace muchos años, en el templo de El Pilar también se utilizó esta piedra en algunos elementos decorativos.

Llama la atención que este templo que siempre ha sido una parroquia, tenga una sillería en el coro, ya que solamente son usuales en catedrales y monasterios, esto es debido a que en sus momentos de mayor esplendor y riqueza tuvo más de 50 sacerdotes, se sabe que llegó a 57 y estos, aunque hacían vida secular algunas celebraciones litúrgicas las realizaban de forma comunitaria.

Las torres de El Pilar y La Seo desde el campanario de San Pablo

Finalizamos la visita subiendo al campanario de la famosa torre octogonal de San Pablo, a pesar de nuestros años, rodillas, caderas y achaques lo hicimos casi todas y todos, porque había en el grupo más mujeres que hombres, al bajar nos dijeron que habían sido 145 escalones, algo desiguales y gastados por los siglos.

El Ebro y el meandro de Ranillas desde el campanario de San Pablo

Al salir a la calle me enteré que el padre del guía también había trabajado en Telefónica, pero estoy seguro que ese guía que tan bien nos atendió, lo hubiera hecho igualmente de bien aunque no hubiésemos sido compañeros de su padre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario